lunes, 17 de junio de 2013

Vuelo!!! 14 y 15 de junio de 2013

La espera es como el hambre, hace mas suculento cualquier plato, por frugal que éste sea. 
El viernes fue un pequeño bajón. Empezó bien la cosa con un viaje a Alarilla desde Logroño y desviándonos en Almazán. Fue entrar en Guadalajara y se me cortó la respiración, que paisajes!! que pueblos!! que castillos!!... Guadalajara esconde mucho mas de lo que parece. Después de organizarnos para poder llegar a las 20:30 a la muela con mi familia, las bicis y todos los trastos, pues la previsión de viento era buena, al llegar a la explanada y a su zona de parking lo primero que vi fue a Martín negar con la cabeza con resignación en los ojos y los labios apretados en un gesto de impotencia... demasiado viento. A resguardo entre dos coches aguardaban pacientes y en unas estupendas sillas plegables (me tengo que hacer con unas) Goyo y Ángel, a quien conocí ese mismo día.
Nos acercamos al borde para catar el viento en el despegue, 35 a 40 km/h, mucho, demasiado incluso para Goyo.
No obstante, hasta a las nueces se les saca jugo, y estuvimos viendo un atardecer magnífico mientras hacíamos disfrutar a Zelanda, haciéndola volar en nuestros brazos mientras ella se reía con el viento. 
Zelanda disfrutando el viento en La Muela.
Nos costó decidirnos a abandonar, pero finalmente no recuerdo si fue Ángel o Goyo quien dio el primer paso a los coches. Aquella noche era ya tarde y nos saltamos el botellín de rigor, yo calzaba un sueño del quince y un hambre voraz catalizada por la certidumbre de que mi suegra nos iba a poner hamburguesas caseras para cenar... las mejores de la Alcarria... y del mundo entero he de decir. Mañana será otro día, sobredosis de paciencia y para casa. 
Sábado, 08:00, el iphone empieza a berrear el toniquete de alarma (rasgueo), Dios que sueño copón... Llego como puedo a la ducha, yo creo que de casualidad, me pongo los ojos (las lentillas), me visto y cojo ropa, un libro y algún que otro trasto para pasar el rato en La Muela. 
Le doy un beso a mis mujeres (mi mujer y mi hija, que nadie se piense que tengo un harén). Bajo al mesón de mis suegros y me chasco un café rápido. Antes de ir a La Muela llevo a mi suegro (el Fausti) a recoger su Renolin (Renault 11 rojo) a Guada. Lo dejo y salgo zumbando a La Muela.
Encuentro a Martín en la escuela en plena operación renove de su cartelería, no sabía yo que fuese tan manitas con la madera, es chulo descubrir poco a poco a la gente. 
Poco después llegan los "conserjes de la muela", Pedro y Goyo, que tíos! , no dejan pasar ni una, apuesto a que en vez de venas y nervios los tíos tienen cordinos y suspentes, buena gente!.
Café mañanero (a las 12:00... hay que joderse) y parriba. El viento está, según los diestros en la materia, entre fuerte, flojo, racheado, térmico, guarro, revuelto, con burbujas, al pil y pil y cuarto y mitad de solomillo... vaya, que yo no vuelo,... peeeeero, oh sorpresa oh cosa curiosa!... Goyo saca la silla y sale. Parecía la cotización del IBEX 35, parriba, pabajo, no habia forma de pillar una ascendencia en condiciones. Pedro pafuera también! Éste directamente como Bankia, pabajo y pabajo. En minuto y medio los dos recogiendo las velas en la zona de aterrizaje pasada la gravera. Martín se baja a por ellos y yo me quedo solo disfrutando del paisaje y de las pocas velas que intentan mantenerse en el aire. 
Relajarse y ver es también forma de aprender.
A la que suben el viento ha mejorado y vuelve Goyo a equiparse, otra vez parriba y pabajo cogiendo burbujas de aire caliente pero sin enganchar una térmica en condiciones. Al final aterriza y bajo en su coche recogerle. Cuando estamos abajo vemos que Pedro también se acerca en vuelo gallina... Jejeje... A nada de posarse le mete dos plegadas la vela, izquierda y derecha, menudo susto, pero a un aguilucho como él, esto ya no lo asusta mas de la cuenta. 
Como la mañana estaba aburrideja pues Goyo se encarga de ponerle algo de picante y nada mas enganchar la carretera empezamos a oír como un siseo intermitente que nos hace mirarnos con cara de póker. Hemos pinchado!!! Llegamos? Salgo del Rover, evaluó la situación, rueda pinchada, aire saliendo, rueda bajando...Tira que nos da de sobra!! Lo cierto es que lo digo al tuntun atún porque me jodería mucho tener que empujar hasta Alarilla, (como se entere Goyo... Jijiji). Llegamos con cuarto y mitad de aire y nos ponemos a cambiar la rueda. Flipa felipa con la rueda, tenía menos dibujo que los neumáticos de Alonso. Ya te vale Goyo!!! Como apures lo mismo con tu vela te veo volando con la Arcus 6, 37 años mas! Martín baja nos ve y se descojona, pincha Pedro y pincha Goyo, toca botellín que el calor arrea y el hambre aprieta. En un arranque de generosidad y compañerismo me ofrezco a costear el convite, me hacen la ola,... Glups! Me he dejado la cartera en Budia... joder que vergüenza, esteee bueno que yo invito pero que si acaso mejor hoy no... Mañaaaaana. En fin, que paciencia que han de tener. 
Tras comer unas viandillas nada excesivas en compañía de la escuadra águila, sacamos a Martín del sopor siestero y decidimos irnos a Alto Rey... Que gran acierto! No por el vuelo, que ni se dio, sino por el sitio tan guapo que me toco ver. Creo que es parte de la Tejera Negra. Ya forma parte de mi listado de pendientes para visitar.
Pedro midiendo el viento en Alto Rey... que sitio!!
En Alto Rey mucho aire. Extendemos las velas. El viento se acelera y mi vela sale volando hacia el collado con la silla detrás, menos mal que tengo un freno enganchado con la mano izquierda, con lo que evito que la Alpha se busque la vida hacia el valle de atrás. Buf! Mucho aire. Goyo lo intenta pero casi se lo lleva el aire también. Toca esperar. Para echar un vistazo me subo a unos piedras en forma de atalaya... momentazo, que paz!!.
Entretanto veo que Pedro se prepara... y sale!!. No obstante el vuelo es complejo y se queda pinchado. Al final acaba muy lejos de la zona de aterrizaje y sin radio. Recogemos los trastos y nos vamos a por el. Volvemos a la Muela. 
Bártulos al coche y de vuelta a la Muela.
A la llegada vemos el panorama,... Overbooking total, aunque viento fuerte y todo el mundo en tierra. Aquí es cuando me río hasta perder el sentío... Llega Goyo, como quien no quiere la cosa, se acerca al borde, husmea un poco... ni tan mal!!! Se da la vuelta, coge la vela, la prepara, la levanta, se acerca al borde y sale,... me meo de la risa, todos los curtidos parapentistas pendientes de Goyo, como de Olivia Newton Jhon en la carrera de coches horteras de Grease,... una vez Goyo en el aire, empiezan a salir los biplas y los parapentes y en 5 minutos la muela parece un avispero de colores. 
Martín me dice que coja la Alpha, se me pone el corazon a 100, me voy corriendo detrás de Pedro a por el petate y lo monto en menos que canta un gallo. El cielo esta plagado de velas y Martín se desespera buscando un hueco para sacarme. Voy haciendo algo de campa para calentar, que gusto volver a sentir el tirón de la vela al inflarse. Nos vamos un poco al oeste para tener mas sitio para maniobrar. Esperamos un ratin y aparece un hueco, Martín me llama, yo voy, como hipnotizado, me acerco al borde, el aire me levanta y ya tengo las patitas colgando. Estoy rodeado de velas, parece un enjambre, el aire tira de la vela y gano unos metros de cota rápidamente... 
Parapente al atardecer... de peli.

Algo raro pasa, llevo mas de medio minuto en vuelo y la radio está muerta. Por fin oigo el carraspeo de la estática, pero, se queda en eso... vuelvo a oír el carraspeo seguido de una voz entrecortada e ininteligible, es Martín, trata de decirme algo pero no le oigo... Súbitamente soy consciente de mi status y se me encoje el corazón (y dicho sea de paso, el ojete se me queda del tamaño del boson de higgs)... NO TENGO RADIO!!!! Mecagoenelcopondelabaraja!!! Tras un nudo cerebral considerable me regresa el riego y con ello un poco de templanza, respiro, piensa Diego, lo primero mira el entorno... miro a la izquierda, despejado, miro a la derecha, horror! Tengo un bipla a menos de 5 metros... Se me cae la templanza y la serenidad a la ladera... Momento pánico y entretanto la radio carraspeando con Martín intentando decirme algo... vuelvo a tranquilizarme. Decido alejarme del bipla e irme al punto de aterrizaje, sin problema, a pesar de todo me da la sensación de que voy alto, no obstante hay mucho campo libre. La bajada ya sin incidentes. Oigo a alguien gritar, me giro y veo a Goyo que me está siguiendo, intenta guiarme pero no le oigo nada claro, no obstante no me preocupo. Fuera ya del enjambre tan solo he de limitarme a guiar la vela hacia el aterrizaje. Al acercarme al punto de destino localizo unas cintas giradas de suroeste y trato de ponerme en paralelo a ellas para enfrentar el viento en el aterrizaje. Voy alto, pienso en hacer unos ochos pero creo que no es necesario y me limito a perder altura gradualmente. El aterrizaje super-suave, tiro la vela y listo. Veo a Goyo que se acerca a mi. Que majo! Ha sacrificado su vuelo para echarme un cable, le prometo que le dejare mi Arcus 7 para que la pruebe, me toma la palabra!!.
Al reunirme con el charlamos del incidente y vemos que mi Midland no tiene antena. Es por eso por lo que no oía nada. Se ve que en el arrastrón que me dio la vela minutos antes sobre La Muela se desprendió de su soporte dejándome fuera de alcance. 
Nos recoge Martín y volvemos arriba. Pedro ha recogido su vela y se va, toca planes con la family.
Buscamos la antena pero nada, como una aguja en un pajar.
El tráfico ha bajado levemente, levanto la vela y con ayuda de Goyo me arrimo al borde. Practico un poquito de campa con Goyo para ir afinando mi progresión en tierra... se abre un hueco en el enjambre de parapentes y... En el aire de nuevo!!! (Y con radio oiga).
Uau! Nada mas salir empezamos a girar a derechas para enfrentar el viento suroeste y coger algo de altura a la vez que me aparto un poco de la ladera y de los biplazas que la plagan. Esta vez Martín alto y claro por la emisora me empieza a dictar paso a paso el plan de vuelo descrito en sus giros. Me anima a que practique el giro combinando cuerpo y mando, lo hago y uuuuuuh, que sensación, la vela gira y mi cuerpo describe un giro mucho mas amplio al actuar como un péndulo orbitando en torno a la vela y los suspentes. La sensación de control se acrecienta y la propia postura ayuda a controlar mejor la acción sobre el mando. El aire está muy rico, muy laminar, sin sobresaltos. A pesar de la cantidad de biplas con los que me cruzo apenas noto los rotores si es que me llega alguno. Estaré volando como a 20 metros sobre la muela. Me permito el lujo de des-agarrotarme y controlar mi entorno. A la derecha en La Muela, Martín y Goyo con la vista levantada y sin quitarme ojo. Abajo las cárcavas de La Muela, unas formaciones tipo badland que le dan un aire a Las Bardenas de Navarra. En torno a mi un mar de biplaceros haciendo el agosto (con el mal tiempo que va haciendo cualquiera le dice que no a esos euros extras). Y frente a mi un atardecer de película. Entro a órdenes de Martín por la cara Sur y aterrizo como una pluma.  
POR FIN!!!! Después de muchos días otra vez en el aire y progresando.
No hay tiempo que perder, buscamos otro hueco en el despegue y salimos. Esta vez hasta me permito acelerarme en las caras Sur y Oeste aprovechando las escapatorias que genera la muela ante el viento de Suroeste. Otro vuelo chulo de giros a placer esquivando biplazas por todos los lados. Incluso al final noto como un rotor agita mi vela al dejar pasar a un ultimo biplaza por mi izquierda. No importa, estoy radiante de felicidad, si me dan una patada en los huevos según aterrizo seguro que me río y digo gracias. 
Que droga mas mala, te vas a volar, y cuando aterrizas te das cuenta de que te has dejado tu espíritu en el aire, por lo que te pasas toda la semana ansiando volver a reunirte con él. 
Cervecita sin alcohol donde Gabi y para casa. 
Yo conduciendo, mi espíritu volando todavía en la muela y mi sonrisa que se salía por ambas ventanillas del coche. 
Sin duda volví a Budia siendo mejor persona.

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