domingo, 29 de septiembre de 2013

DE ESTRENO!!!, o la sensación de culminar un objetivo.

Aunque no se trata de una entrada de blog muy actualizada, pues debería haberla publicado allá por finales de Junio, tenía pendiente escribirla cuando tuviera un poquillo de tiempo. Y hete aquí que me encuentro en el corazón del estado Brasileño de Sao Paulo (Campinas) con muy poquita cosa que hacer y he pensado que debería ponerme a ello.
Pues si, era mas o menos finales de Junio que acudí como tantas otras veces a la Muela de Alarilla a intentar progresar en mis vuelillos.
Ya tenía incluso mi vela comprada (aun sin estrenar) y muchas muchas ganas de terminar mi fase de aprendizaje tutelado.
Ese día era el último antes de empezar mi periplo vacacional, el cual me iba a tener al menos un mes alejado de mi parapente querido. Así pues me era muy necesario un buen viento para poder hacer algo.
Pues toma!!. Nada mas llegar (llegué pelín pronto) me di cuenta de que el viento de Sureste era cojonudo tirando a fuerte.
Dicho y hecho, me equipé del todo y me preparé para levantar la Alpha. Había un pelín de mas de tráfico y el viento estaba algo fuerte. El caso es que recibí la orden de levantar la vela y yo pronto y bien mandado hice lo propio.
Fue subir la vela y se lió parda. Primero noté que el viento estaba fuerte, luego oí a Martín por radio que no quería que saliera, después el viento me puso a metro y medio del suelo como si yo fuera una plumilla y luego ya no había nada que hacer... a volar tocan.
La salida fue precipitada, la ladera estaba llena de biplazas y para colmo en el mirador había una ascendencia (creo que por viento fuerte de ladera) que te dejaba pegado en la silla y que me puso los pelos de punta. Cosas de pardillo. Me costó un rato relajarme aunque no lo conseguí del todo. Al rato perdí la comunicación por radio de Martín y visto el panorama me giré al aterrizaje e hice un vuelo de gallina sencillito.
Creo recordar que nada mas volver a la cima de la muela hice otro vuelo para quitarme el estrés del anterior. Cómo sería la cosa que ni me acuerdo de ese vuelo.
Ya tocaba atardecer y el aire había aflojado lo justo para dejar un vuelo de ladera muy atractivo.
Fue entonces cuando Martín me miró como si fuera un chiquillo a la entrada de un parque de atracciones y me dice, "que?, estrenamos tu vela?".
Al milisegundo siguiente estaba cogiendo la vela del maletero del Jeep de Martín.
Todavía me acuerdo de como crujía la tela cuando la desenvolvía por primera vez, del olor a plástico nuevo según la iba desplegando, de lo que me iba enamorando de ella conforme la veía brillar nueva y flamante. Son de esos momentos que no se olvidan porque al impregnarlos de emociones se convierten en eternos.

Mi colega Pedro tuvo la gran cortesía de ponerse su vela y su cámara para grabar el primer vuelo en mi vela.
https://www.youtube.com/watch?v=HtwkgBA8zbU
Muchas gracias Pedro porque este video es para mi una joya del recuerdo.
Recuerdo lo fácil que fue levantar la vela a la primera, lo fácil que fue llevarla al despegue y mantenerla sobre mi cabeza, lo fácil que fue despegar... y lo maravilloso que fue volar con ella y terminar el curso de vuelo.

El vuelo fue precioso, con el sol poniéndose por el oeste, con un viento de Sur ligeramente de Sureste que me ponía a toda leche cuando enfilaba hacia el ocaso. Fue increíblemente suave y tengo grabado en la cabeza un momento en que haciendo un giro a derechas vi el estabilo de mi ala contra el sol del ocaso. Se que parecerá una chorrada, pero para mi fue genial.

Fue un vuelo cortito, unos 10 minutos, seguido de un aterrizaje suave y de una explosión de alegría que me hizo gritar para sacar toda la adrenalina que había acumulado.
Se que todavía queda mucho. Muchos vuelos con amigos y buena gente. Mucho aprender y dejarme enseñar. Mucho viaje y anhelo de vientos perfectos. Esto no ha hecho sino empezar... y tiene pinta de que va para rato señores.
Quisiera dedicar este post especialmente a Martín Peralta, mi instructor de vuelo, el cual reúne las capacidades de un excelente profesor y las habilidades de un gran profesional.
Igualmente quiero dedicar este post a Goyo Barcelo y a Pedro Duarte, los cuales han sido los pájaros que me han acompañado durante todo este proceso de aprendizaje inicial y que a la postre se han convertido en dos amigos imprescindibles. Sin sus consejos y su buen humor, nada hubiera sido lo mismo.
Muchas gracias chicos, es una suerte haberos tenido a mi lado.

lunes, 2 de septiembre de 2013

VOLAR MUCHO Y CON EL ALMA EN PAZ

Estos últimos días me he visto sometido a presiones y situaciones que me han provocado un pequeño bache en mi estado de ánimo. Un bajón en el argot mas próximo.
En estas me veía cuando por fin he podido retomar mis vuelos de parapente en la Muela de Alarilla. Este sábado tuve la oportunidad de volver a subirme al viento aunque sólo fueron tres vuelos de gallina con un viento muy flojo en el despegue y casi nulo en el aterrizaje. Hacía exactamente un mes de mi último vuelo. Nada mas abandonar la ladera me di cuenta de que algo no iba bien. Aun quedaba alguna burbujilla térmica que me encontré en el descenso y que provocó algún que otro bache que, sin necesidad de gestionarlo en lo físico, no supe gestionarlo en lo empcional. Mucho miedo, mucha tensión y muy poco disfrute.
Fue entonces cuando me di cuenta de lo importante de la continuidad de la práctica en el proceso de aprendizaje.
Los meneos de la vela no son algo nuevo, las turbulencias siempre existen, la vela sigue siendo la misma maravilla de la técnica que decidí comprar... sólo yo no era el mismo.
Una larga parada de vuelos debida a los viajes vacacionales y un estado anímico bajo, hicieron que mi mente amplificara riesgos que hace un mes ya tenía controlados. 
Volar es una actividad gratificante, donde el piloto debe atesorar una experiencia que le ayude a calibrar los riesgos y un estado de ánimo que le permita afrontarlos con solvencia y con el grado justo de tensión. 
No es bueno por tanto abandonar la práctica durante mucho tiempo, sobre todo cuando se acaba de empezar, pues se pierde de vista la experiencia real y se tiende a idealizar.
Tampoco es bueno salir a volar con la mente atosigada de problemas, pues el vuelo requiere de atención y serenidad, las cuales ayudarán a ver con objetividad las situaciones que durante éste se den. Volar no es una cura de los desamparados, no. Volar es una virtud que permite a la persona emocionalmente equilibrada ir mas allá y disfrutar de sensaciones únicas y gratificantes. Pero ojo, si el corazón no está abierto a dichas sensaciones, sino embarrado en preocupaciones, el vuelo no aportará nada nuevo.
Así pues, desde la mas inmensa de las humildades de un piloto novatillo, aceptad este doble consejo, no dejéis nunca de practicar el vuelo y sed felices antes incluso de despegar.
Saludos, abrazos y buena semana.

domingo, 1 de septiembre de 2013

DESBLOQUEA O LIBERA TU RADIO MIDLAND CT210

Si te has pillado una radio Midland CT210 para estar en contacto con tu instructor o tus compis de vuelo y te la han dado limitada a las frecuencias de 144 a 146 MHz te vendrán bien estas instrucciones para liberarla o ampliarle su rango de frecuencias.

INSTRUCCIONES
- Apaga el walkie si lo tienes encendido.
- Presiona simultáneamente los botones "moni" y "menu". El boton "moni" es el botón que está inmediatamente debajo del que se emplea para hablar. El botón "menu" está entre los botones marcados bajo el display del walkie.
- Enciende el walkie manteniendo presionados los dos botones anteriores hasta que aparezca la palabra "self" en el display.
- Con el teclado numérico introduce el código 5858 y presiona "Enter". Te aparecerán dos números de tres cifras que delimitan el limite inferior y superior de las frecuencias utilizables por el equipo.
- Con el teclado numérico introduce 138173 y pulsa "enter". Volverá a aparecer la palabra "self".
- Apaga el walkie y vuelve a encenderlo... Et voilà. Tu walkie está totalmente abierto.

Espero que os haya sido de utilidad. Yo la encontré en la web www.portalpmr.com donde venía muy bien explicada, pero donde a veces no me deja entrar desde el ipad o el iphone.

Esta radio me la ha comprado Goyo, el "rotavator de Jadraque", en alguna armería que hay por Guadalajara. A los efectos prácticos este trasto es mas que suficiente para salir a volar con la tranquilidad de mantener un canal abierto con tu instructor.
Yo me lo he pillado con pinganillo para la oreja y micro externo con pinza para tener una mejor audición y la posibilidad de hablar en vuelo.
Ayer fue muy gracioso porque una vez me puse el pinganillo me olvidé de que llevaba la radio y haciendo campa, alguien dijo no se que por mi frecuencia y del susto casi se me sale el corazón por la boca.

Por cierto, recordad que usar un chisme de estos sin licencia de radioaficionado está prohibido y en caso de que os pille la GC os puede caer una multa de hasta 1.000€. Id con cuidado y no la uséis fuera de vuestra rutina de vuelo. Hablar con piratas también está prohibido, aunque en este caso es mas difícil demostrarlo. Si lo vais a hacer a menudo no es mala cosa sacarse la licencia e ir en plan legal.

Un saludo y sed felices.

sábado, 20 de julio de 2013

Viernes 19/07/13 - COMO ATERRIZAR SOBRE EL COSTADO IZQUIERDO

Amanece enmarañado. Como toooodos los dias de esta semana en Logroño. Menudo verano de lluvias que llevamos. Estoy por cambiar el Vectra por una Zodiac.
Ya se lo dije a mi compi de trabajo y veterano parapentista Javier... Este finde vuelo, Javi, lo estoy visualizando...
Pues efectivamente, tras 2 fines de semana de secano me he pegado en la muela y de la mano de mi instructor Martin un vuelazo de flipar.
Al salir de Logroño no las tenía todas conmigo. Salimos muy tarde, a eso de las 18:00, tras los oportunos retrasos para coger leche infantil y hacer tantas otras cosas que en modo alguno podían haber quedado solucionadas con antelación (este blog lo lee también mi bendita y amantísima mujer y hemos de ser graciosos pero dormir en cama a ser posible).
Esto ya nos situaba en la muela a las 21:00... pelin tarde para lo cansado que andaba yo ayer.
La cosa es que con cierta desgana y un poquin de frustración tras las últimas semanas, llamé a Martín cuando estábamos a la altura de Soria, para que me pusiera al corriente del parte. Me dijo que estaba fuerte pero que tendía a bajar. A diferencia de otras ocasiones donde su voz denotaba un "no hay nada que hacer" rotundo, en esta ocasión era como un NO que parecía mas un SI. Sea como fuere, aseveración de Martín o mera interpretación mía, a la altura de Almazán, cogí el desvío a Barahona y Atienza y decidí dar una oportunidad a la Muela... ¿Acerté?.
A unos kilómetros de la muela ya vimos parapentes dando vueltas sobre la cota del despegue, buena señal, hay viento para salir y para mantenerse. Devoré los últimos km hasta la zona de despegue cada vez mas ansioso, aparqué donde Dios me dio a entender y mal-excusandome a mi mujer y a mi suegra, salí raudo a buscar a Martín.
La cara oeste estaba llena de velas, la cosa prometía. 
Localicé a Martín. Saludos de rigor, sin muchas palabras. Yo tenía la seguridad de que hoy volaba pero no quería que la ansiedad se notara en mis palabras. Aguardé sin decir nada, hablando de banalidades. En 5 minutos Martín enfila al jeep, yo le sigo como un perrillo ilusionado pero contenido... "Coge el equipo Diego"... música para mis oídos.
Desplegué la Alpha y la enganché a mi flamante nueva silla, me calcé mi casco verde con visera (la envidia de todos los cascos). Abroché todas las correas y comprobé las bandas... Todo bien, todo sujeto, todo enderezado...
Esperé un minutín a que se despejase un poco el área en torno a mi y empecé a levantar la vela. buf! Como se nota la falta de práctica. Uno, dos y tres intentos y la vela abajo, incapaz de sujetarla. Pero esto es como todo, lo que bien se aprende... 
Cuarto intento y arriba la vela, suelto las bandas, sujeto el freno derecho, la Alpha se endereza como por ensalmo, ya es todo control suavito. Media vuelta y a encarar el despegue, el viento es óptimo. Delante mío sale un biplaza y Martín me aguanta hasta que el bipla coge distancia... y como desde la torre de control, Martín me hace señas de que despegue.
Empiezo a avanzar, es todo deslizar la vela como cuchillo por mantequilla blanda, con resistencia pero avance certero.
Las condiciones de despegue son cojonudas, no me hace falta ni tirar de freno para coger altura. Según salgo me acomodo en la silla y a Volar.
Escribo volar con mayúscula porque esto si que fue un vuelo. No se el tiempo que estuve arriba, pero fue mucho y fue maravilloso.
Martin a la radio guiándome, cada vez menos, cada vez mas libertad.
Intentamos probar el acelerador pero no funcionó. Tras el aterrizaje vimos que uno de los enganches estaba desconectado.
Giré, subí, bajé, incluso derivé. Esto último es como derrapar en el aire, una sensación muy chula.
Me comí varios rotores (viento turbulento generado por un ala a su paso... Como cuando un F1 se pone detrás de otro para adelantar). Estos generan bajas presiones en el ala o en una parte de esta, en resumidas cuentas, varios meneitos, pero como los baches de la carretera, sin peligro, es tan solo cuestión de acostumbrarse.
Así estuve un buen rato, viendo lo pequeñito que es todo cuando tomas perspectiva.
Y aquí viene el relato que da título a este post. Martín me mete a la muela para aterrizar, voy volando (nunca mejor dicho).
Hago la aproximación sin problemas, todo muy bien,... Y de repente, no se si quedaban 2 metros al suelo, noto como la parte izquierda de la vela pierde presión y cojo velocidad hacia la izda. Lo que iba a ser un aterrizaje de bolita de algodón se convirtió en un buen ostión. Para cuando Martín me dijo que tirase de freno ya no había nada que hacer. Caí de costado, sin consecuencias, pero con un susto, mas por no entender lo que había pasado que por la propia caída en si misma. Todavía tumbado en el suelo y atado a la silla me auto-chequee por ver si tenía algo averiado, no parecía que fuera así.
Me fui soltando poco a poco del arnés mientras Martín se acercaba para comprobar si seguía teniendo alumno.
A pesar de que el golpe me lo llevé en la cadera izquierda, la silla me protegió bien. Tan solo un raspón en el codo, otro en un nudillo y un dolorcillo en el talón derecho que aún hoy no termino de entender. Craso error no haberme puesto las botas y la chaqueta.
Si estás leyendo este post y eres tan novato como yo no cometas mi mismo error. Usa siempre botas de montaña y con una cierta caña para proteger planta y tobillos. Y usa también una chaqueta de manga larga que ante un arrastrón te ahorrará las postillas que ahora luzco yo como un dálmata.
Martín me explicó el porqué del susto. Al superar el viento el borde de la muela, se generan remolinos o rotores que hacen que en determinados puntos el viento vaya "arremolinado", esto hace que la vela pierda presión total o parcialmente. El tema está que en el aire esto no supone mayor problema pues la vela utiliza algunos metros de caída para recuperar una posición estable. El problema al estar cerca del suelo, es que esos metros de caída no existen y por ello hay que trabajar los frenos para asegurar un aterrizaje lo mas seguro y suave posible.
Total que el resumen de la jornada es como sigue: he volado, me la he pegado en el aterrizaje (ojo no es mi primera vez y tampoco debéis pensar que me he lastimado mucho) y he aprendido mogollón.
Mañana mas... y por supuesto mejor!!

sábado, 29 de junio de 2013

IGUAL QUE UN POLLO AL'AST

Todo eso es lo que he volado estos dos ultimos findes, lo mismo que un pollo asado, nada, nothing, nicht.
Esta vez el viento de noreste estaba muy fuerte, entre 40 y 50 km/h.
¿Sabeis que es esto?
Pues es una manga de viento y sirve para hacerse una idea de la velocidad y direccion del viento en las zonas de despegue y/o aterrizaje.
¿Y sabeis como se le llama a la postura hacia arriba que se le ve en la foto?
Pues se le llama mecagoensuputamadre o yalevalealputo viento.
Cuando la manga esta para arriba, el parapente abajo y el piloto rechinando los dientes.
Asi que nada, otro finde en blanco. Y este con el agravante de que los dos proximos findes no podre venir. Gracias a dios porque me voy a la playa a desconectar unos días.
Espero a mi regreso que los huracanes estos amainen porque me río yo de Chicago y la ciudad del viento...
Sed felices !

lunes, 17 de junio de 2013

Vuelo!!! 14 y 15 de junio de 2013

La espera es como el hambre, hace mas suculento cualquier plato, por frugal que éste sea. 
El viernes fue un pequeño bajón. Empezó bien la cosa con un viaje a Alarilla desde Logroño y desviándonos en Almazán. Fue entrar en Guadalajara y se me cortó la respiración, que paisajes!! que pueblos!! que castillos!!... Guadalajara esconde mucho mas de lo que parece. Después de organizarnos para poder llegar a las 20:30 a la muela con mi familia, las bicis y todos los trastos, pues la previsión de viento era buena, al llegar a la explanada y a su zona de parking lo primero que vi fue a Martín negar con la cabeza con resignación en los ojos y los labios apretados en un gesto de impotencia... demasiado viento. A resguardo entre dos coches aguardaban pacientes y en unas estupendas sillas plegables (me tengo que hacer con unas) Goyo y Ángel, a quien conocí ese mismo día.
Nos acercamos al borde para catar el viento en el despegue, 35 a 40 km/h, mucho, demasiado incluso para Goyo.
No obstante, hasta a las nueces se les saca jugo, y estuvimos viendo un atardecer magnífico mientras hacíamos disfrutar a Zelanda, haciéndola volar en nuestros brazos mientras ella se reía con el viento. 
Zelanda disfrutando el viento en La Muela.
Nos costó decidirnos a abandonar, pero finalmente no recuerdo si fue Ángel o Goyo quien dio el primer paso a los coches. Aquella noche era ya tarde y nos saltamos el botellín de rigor, yo calzaba un sueño del quince y un hambre voraz catalizada por la certidumbre de que mi suegra nos iba a poner hamburguesas caseras para cenar... las mejores de la Alcarria... y del mundo entero he de decir. Mañana será otro día, sobredosis de paciencia y para casa. 
Sábado, 08:00, el iphone empieza a berrear el toniquete de alarma (rasgueo), Dios que sueño copón... Llego como puedo a la ducha, yo creo que de casualidad, me pongo los ojos (las lentillas), me visto y cojo ropa, un libro y algún que otro trasto para pasar el rato en La Muela. 
Le doy un beso a mis mujeres (mi mujer y mi hija, que nadie se piense que tengo un harén). Bajo al mesón de mis suegros y me chasco un café rápido. Antes de ir a La Muela llevo a mi suegro (el Fausti) a recoger su Renolin (Renault 11 rojo) a Guada. Lo dejo y salgo zumbando a La Muela.
Encuentro a Martín en la escuela en plena operación renove de su cartelería, no sabía yo que fuese tan manitas con la madera, es chulo descubrir poco a poco a la gente. 
Poco después llegan los "conserjes de la muela", Pedro y Goyo, que tíos! , no dejan pasar ni una, apuesto a que en vez de venas y nervios los tíos tienen cordinos y suspentes, buena gente!.
Café mañanero (a las 12:00... hay que joderse) y parriba. El viento está, según los diestros en la materia, entre fuerte, flojo, racheado, térmico, guarro, revuelto, con burbujas, al pil y pil y cuarto y mitad de solomillo... vaya, que yo no vuelo,... peeeeero, oh sorpresa oh cosa curiosa!... Goyo saca la silla y sale. Parecía la cotización del IBEX 35, parriba, pabajo, no habia forma de pillar una ascendencia en condiciones. Pedro pafuera también! Éste directamente como Bankia, pabajo y pabajo. En minuto y medio los dos recogiendo las velas en la zona de aterrizaje pasada la gravera. Martín se baja a por ellos y yo me quedo solo disfrutando del paisaje y de las pocas velas que intentan mantenerse en el aire. 
Relajarse y ver es también forma de aprender.
A la que suben el viento ha mejorado y vuelve Goyo a equiparse, otra vez parriba y pabajo cogiendo burbujas de aire caliente pero sin enganchar una térmica en condiciones. Al final aterriza y bajo en su coche recogerle. Cuando estamos abajo vemos que Pedro también se acerca en vuelo gallina... Jejeje... A nada de posarse le mete dos plegadas la vela, izquierda y derecha, menudo susto, pero a un aguilucho como él, esto ya no lo asusta mas de la cuenta. 
Como la mañana estaba aburrideja pues Goyo se encarga de ponerle algo de picante y nada mas enganchar la carretera empezamos a oír como un siseo intermitente que nos hace mirarnos con cara de póker. Hemos pinchado!!! Llegamos? Salgo del Rover, evaluó la situación, rueda pinchada, aire saliendo, rueda bajando...Tira que nos da de sobra!! Lo cierto es que lo digo al tuntun atún porque me jodería mucho tener que empujar hasta Alarilla, (como se entere Goyo... Jijiji). Llegamos con cuarto y mitad de aire y nos ponemos a cambiar la rueda. Flipa felipa con la rueda, tenía menos dibujo que los neumáticos de Alonso. Ya te vale Goyo!!! Como apures lo mismo con tu vela te veo volando con la Arcus 6, 37 años mas! Martín baja nos ve y se descojona, pincha Pedro y pincha Goyo, toca botellín que el calor arrea y el hambre aprieta. En un arranque de generosidad y compañerismo me ofrezco a costear el convite, me hacen la ola,... Glups! Me he dejado la cartera en Budia... joder que vergüenza, esteee bueno que yo invito pero que si acaso mejor hoy no... Mañaaaaana. En fin, que paciencia que han de tener. 
Tras comer unas viandillas nada excesivas en compañía de la escuadra águila, sacamos a Martín del sopor siestero y decidimos irnos a Alto Rey... Que gran acierto! No por el vuelo, que ni se dio, sino por el sitio tan guapo que me toco ver. Creo que es parte de la Tejera Negra. Ya forma parte de mi listado de pendientes para visitar.
Pedro midiendo el viento en Alto Rey... que sitio!!
En Alto Rey mucho aire. Extendemos las velas. El viento se acelera y mi vela sale volando hacia el collado con la silla detrás, menos mal que tengo un freno enganchado con la mano izquierda, con lo que evito que la Alpha se busque la vida hacia el valle de atrás. Buf! Mucho aire. Goyo lo intenta pero casi se lo lleva el aire también. Toca esperar. Para echar un vistazo me subo a unos piedras en forma de atalaya... momentazo, que paz!!.
Entretanto veo que Pedro se prepara... y sale!!. No obstante el vuelo es complejo y se queda pinchado. Al final acaba muy lejos de la zona de aterrizaje y sin radio. Recogemos los trastos y nos vamos a por el. Volvemos a la Muela. 
Bártulos al coche y de vuelta a la Muela.
A la llegada vemos el panorama,... Overbooking total, aunque viento fuerte y todo el mundo en tierra. Aquí es cuando me río hasta perder el sentío... Llega Goyo, como quien no quiere la cosa, se acerca al borde, husmea un poco... ni tan mal!!! Se da la vuelta, coge la vela, la prepara, la levanta, se acerca al borde y sale,... me meo de la risa, todos los curtidos parapentistas pendientes de Goyo, como de Olivia Newton Jhon en la carrera de coches horteras de Grease,... una vez Goyo en el aire, empiezan a salir los biplas y los parapentes y en 5 minutos la muela parece un avispero de colores. 
Martín me dice que coja la Alpha, se me pone el corazon a 100, me voy corriendo detrás de Pedro a por el petate y lo monto en menos que canta un gallo. El cielo esta plagado de velas y Martín se desespera buscando un hueco para sacarme. Voy haciendo algo de campa para calentar, que gusto volver a sentir el tirón de la vela al inflarse. Nos vamos un poco al oeste para tener mas sitio para maniobrar. Esperamos un ratin y aparece un hueco, Martín me llama, yo voy, como hipnotizado, me acerco al borde, el aire me levanta y ya tengo las patitas colgando. Estoy rodeado de velas, parece un enjambre, el aire tira de la vela y gano unos metros de cota rápidamente... 
Parapente al atardecer... de peli.

Algo raro pasa, llevo mas de medio minuto en vuelo y la radio está muerta. Por fin oigo el carraspeo de la estática, pero, se queda en eso... vuelvo a oír el carraspeo seguido de una voz entrecortada e ininteligible, es Martín, trata de decirme algo pero no le oigo... Súbitamente soy consciente de mi status y se me encoje el corazón (y dicho sea de paso, el ojete se me queda del tamaño del boson de higgs)... NO TENGO RADIO!!!! Mecagoenelcopondelabaraja!!! Tras un nudo cerebral considerable me regresa el riego y con ello un poco de templanza, respiro, piensa Diego, lo primero mira el entorno... miro a la izquierda, despejado, miro a la derecha, horror! Tengo un bipla a menos de 5 metros... Se me cae la templanza y la serenidad a la ladera... Momento pánico y entretanto la radio carraspeando con Martín intentando decirme algo... vuelvo a tranquilizarme. Decido alejarme del bipla e irme al punto de aterrizaje, sin problema, a pesar de todo me da la sensación de que voy alto, no obstante hay mucho campo libre. La bajada ya sin incidentes. Oigo a alguien gritar, me giro y veo a Goyo que me está siguiendo, intenta guiarme pero no le oigo nada claro, no obstante no me preocupo. Fuera ya del enjambre tan solo he de limitarme a guiar la vela hacia el aterrizaje. Al acercarme al punto de destino localizo unas cintas giradas de suroeste y trato de ponerme en paralelo a ellas para enfrentar el viento en el aterrizaje. Voy alto, pienso en hacer unos ochos pero creo que no es necesario y me limito a perder altura gradualmente. El aterrizaje super-suave, tiro la vela y listo. Veo a Goyo que se acerca a mi. Que majo! Ha sacrificado su vuelo para echarme un cable, le prometo que le dejare mi Arcus 7 para que la pruebe, me toma la palabra!!.
Al reunirme con el charlamos del incidente y vemos que mi Midland no tiene antena. Es por eso por lo que no oía nada. Se ve que en el arrastrón que me dio la vela minutos antes sobre La Muela se desprendió de su soporte dejándome fuera de alcance. 
Nos recoge Martín y volvemos arriba. Pedro ha recogido su vela y se va, toca planes con la family.
Buscamos la antena pero nada, como una aguja en un pajar.
El tráfico ha bajado levemente, levanto la vela y con ayuda de Goyo me arrimo al borde. Practico un poquito de campa con Goyo para ir afinando mi progresión en tierra... se abre un hueco en el enjambre de parapentes y... En el aire de nuevo!!! (Y con radio oiga).
Uau! Nada mas salir empezamos a girar a derechas para enfrentar el viento suroeste y coger algo de altura a la vez que me aparto un poco de la ladera y de los biplazas que la plagan. Esta vez Martín alto y claro por la emisora me empieza a dictar paso a paso el plan de vuelo descrito en sus giros. Me anima a que practique el giro combinando cuerpo y mando, lo hago y uuuuuuh, que sensación, la vela gira y mi cuerpo describe un giro mucho mas amplio al actuar como un péndulo orbitando en torno a la vela y los suspentes. La sensación de control se acrecienta y la propia postura ayuda a controlar mejor la acción sobre el mando. El aire está muy rico, muy laminar, sin sobresaltos. A pesar de la cantidad de biplas con los que me cruzo apenas noto los rotores si es que me llega alguno. Estaré volando como a 20 metros sobre la muela. Me permito el lujo de des-agarrotarme y controlar mi entorno. A la derecha en La Muela, Martín y Goyo con la vista levantada y sin quitarme ojo. Abajo las cárcavas de La Muela, unas formaciones tipo badland que le dan un aire a Las Bardenas de Navarra. En torno a mi un mar de biplaceros haciendo el agosto (con el mal tiempo que va haciendo cualquiera le dice que no a esos euros extras). Y frente a mi un atardecer de película. Entro a órdenes de Martín por la cara Sur y aterrizo como una pluma.  
POR FIN!!!! Después de muchos días otra vez en el aire y progresando.
No hay tiempo que perder, buscamos otro hueco en el despegue y salimos. Esta vez hasta me permito acelerarme en las caras Sur y Oeste aprovechando las escapatorias que genera la muela ante el viento de Suroeste. Otro vuelo chulo de giros a placer esquivando biplazas por todos los lados. Incluso al final noto como un rotor agita mi vela al dejar pasar a un ultimo biplaza por mi izquierda. No importa, estoy radiante de felicidad, si me dan una patada en los huevos según aterrizo seguro que me río y digo gracias. 
Que droga mas mala, te vas a volar, y cuando aterrizas te das cuenta de que te has dejado tu espíritu en el aire, por lo que te pasas toda la semana ansiando volver a reunirte con él. 
Cervecita sin alcohol donde Gabi y para casa. 
Yo conduciendo, mi espíritu volando todavía en la muela y mi sonrisa que se salía por ambas ventanillas del coche. 
Sin duda volví a Budia siendo mejor persona.

martes, 11 de junio de 2013

Buscando los vuelos de suelta - 8, 9 y 10 de junio de 2013

Ha sido un fin de semana agri-dulce. 
Llevaba mucho tiempo esperando un finde largo, con el fin de progresar con los vuelos de suelta. 
Por fin llegó, San Bernabe, patron de Logroño, cuatro dias para salir a volar... si la prevision del tiempo no fuese una full de Estambul!. 
El sábado tuve suerte, a las 12 llegue a Alarilla y Martín y yo subimos con el Jeep a la Muela. Llegar y besar el santo, un poco tarde igual por el tema térmico y unas nubes asquerosas... Pero viento perfecto, así que cogí la Alpha, me puse la silla, todo sin tiempo para pensar (que pensar da miedo). 
Martin comprueba la radio, vamos!, arriba la vela, sin problemas, media vuelta a la derecha, algún tironcillo pero sin sobresaltos, Martin me guia al borde, empujoncillo, pies fuera, caidita, pequeña frenada y... Arriba!!! 
Ascencencia desde el principio. Martin se hace notar con las primeras instrucciones, izquierda, derecha, paralelo a la Muela, arrimate al mirador, vigila al biplaza, suelta freno, ... la voz me da confianza, me arrebujo en la silla, empiezo a estar cómodo, estoy... encima de la Muela!!. 
Entonces carraspea la radio y llega la frase mágica, "ve hacia el mirador". Por primera vez no es "izquierda" o "derecha", es tan sólo una referencia, "ve hacia el mirador"... Inconscientemente salgo del túnel mental en que me hallo inmerso y el mundo se hace inmenso, 360º de puro disfrute, giro la cabeza, veo al biplaza, esta lejos, no hay peligro. Giro solo, lo que me da a entender mi Alpha, al ritmo que me deja el viento, veo el mirador, me acerco rápido a el, lo supero perdiendo altura y giro a la derecha saliendo a la ladera... Puro gozo, estoy exultante, tanto que el bipla pasa por mi lado y me almuerzo un rotor enterito, la Alpha se agita como mi Vectra en los baches de la carretera a Brihuega,... y ni me entero. Unos cuantos giros mas, Martin me hace coger altura como si fuera él el que estuviera en la vela. De nuevo la magia, "ven hacia mi", vuelvo a salir del túnel  tengo la muela abajo a la derecha, veo a Martin, giro a la derecha y directo hacia el, giro leve a la izda, pierdo altura y velocidad, ni me hace falta meter frenos, piso el suelo como una pluma. Tiro la vela y empiezo a buscar salida para toda la adrenalina, Martin se acerca, quiero quitarme el arnés pero la adrenalina va primero, pego un par de gritos, son gratis y poco me importa que Martin se piense que estoy como un cencerro. FANTASTICO!!
No hay tiempo que perder. Martin me dice cómo meter orejas, tras las bandas A's hay una minibanda de la que tengo que tirar, me explica porqué, para perder altura con viento fuerte... ¿Tirar de los cordinos directamente??? En el aire???? Sin soltar los frenos????? Girando con el cuerpo??????... 
No pienses, no supongas, no des tiempo a que llegue el miedo. 
Martin me hace levantar la vela y meter orejas en tierra,... ¿lo tienes? ¿Ves como va?... 
mmmh, creo que si, o bueno... no se, ... 
Venga!, levanta la vela de nuevo... 
El viento va mas fuerte, sin problema hasta el borde, pero me pega un arreon y me levanta hacia la izquierda, no me zampo la manga de milagro. Intento corregir con el freno derecho, me tropiezo, el hombre no nació para andar de lado, Martin a la radio dandome consejo y yo botando por todo el borde de la muela... 
Se acabó, aquí mando yo. Corrijo sin miedo, empujo, y en el aire!!! De nuevo genial!, mucho mejor, ya no importan los meneos, son los baches del aire, poco precio por la libertad de volar como los pájaros. Tras una serie de giros, algo nuevo, Martin me da el parte por radio, "están callendo cuatro gotas", copón!!, y yo sin poder preguntar si el parapente vuela o no con agua, o si se arruga, o si se encoge... joder! casi me da una taquicardia, encima el viento va y se frena, ya no subo por ladera, pues nada, nuevas ordenes, "nos vamos para abajo". Enfilo hacia mas allá de la gravera con la cabeza llena de movidas, llegaré o me he quedado corto?, el parapente vuela mojado?, Martin está nervioso o yo estoy histérico?, ... a veces vendría estupendo poder apagar el cerebro. 
Pues, qué mejor que Martin al otro lado de la Midland?. Enfilo hacia mas allá de la gravera, el Henares me empieza a parecer el Danubio, (joder como caiga dentro), mala cabeza tengo Dios mio. Anda!! La Alpha se agita y me dice que nos vamos para arriba, Martin lo ve desde su atalaya y cambia el plan de vuelo. "Gira a la izquierda, una térmica"!! La pillo de frente y es suave y poco turbulenta. Un gusto. Cojo altura en un plis plas con cuatro giros, me meto a la muela y me dice Martin que meta orejas... pues vaya plan! Agarrotado cojo las bandas y tiro hacia abajo, tan convencido y seguro como Scooby Doo antes de entrar en el castillo de Dracula, hasta Martin se descojona por radio, no ha visto una metida de orejas mas floja en los dias de su vida, o si, pero ni se acuerda. Aterrizo en medio de llovizna.
Digamos que hice mi primer vuelo de suelta, no se ni lo que duró, lo que si se es que ya no me lo quito de la cabeza. Lo tengo dentro y lo siento. Pienso inconscientemente en los momentos, en las maniobras, en las sensaciones...
Tras la cervecita de rigor pasé la mediodia leyendo en el jardin del bar la Muela. Me zampé un bocata de tortilla de Gabi que estaba bueno no, lo siguiente, y me pasé la tarde leyendo un libro y con la mente puesta todavía en el vuelo y las sensaciones de por la mañana... Tres dias mas tarde sigo igual, si no os lo ceeis reflexionad acerca del nivel de detalle de la narracion despues de tres dias y medio de los hechos.
La tarde de lluvia, en compañia de Goyo, Pedro y Fernando. Ambos volaron, se nota la experiencia, envidia sana, les veo equiparse y despegar. Les ayudo a extender la vela por compañerismo y por sentirme parte del vuelo. Los veo salir y girar y me imagino a mi mismo acompañándolos. Llegará mi momento... seguro que si!
Domingo inclemente. Por la mañana y en compañía de Pedro no consigo salir. Viento de Oeste muy fuerte. Pruebo a equiparme, levanto la vela y me hace el ascensor. Sin dar ni tan siquiera un paso el viento me levanta un par de metros... suelto frenos y la vela me devuelve suavemente al suelo. Otro cantar es bajarla, me cuesta hasta darme la vuelta pero con ayuda de Martín lo consigo y la hecho al suelo. La mañana no invita a mas. Me limito a disfrutar de los vuelos de Pedro en su flamante Arcus 6, recién aterrizada en sus manos y a la que le ha encontrado el gusto rapidamente. Que gran sonrisa en su aterrizaje!. Que gusto poder imaginarme a mi en la misma situación con mi nueva vela... cuando llegue, claro!.
Nos bajamos al bar a pimplar 2 botellines. Aburro a Martín y a Pedro con filosofía de vida... que paciencia que tienen los tíos!!!.
Tarde lluviosa, Pedro ni se acerca, Goyo y Fernando si. Ambos salen a la cara oeste, con amenaza de lluvia y overbooking de biplas. Martin como siempre a la radio, se encarga de recuperar a Fernando de los infiernos y subirlo por encima de la Muela lo suficiente para aterrizar sobre ella.
El resto de la tarde la pasamos esperando, paciencia...
Nos vamos a casa, mañana sera otro día. Alonso sale desde la sexta plaza y se avecina carrera de F1 espectacular en canadá. Coño! Gabi no está. Ha chapado el bar. Corriendo a Budia intentando sintonizar algo en la radio que me cuente la carrera. Llego a ver la segunda mitad. Alonso como siempre, atento a mis deseos. Según llego adelanta a Rosberg, Webber y tras dura lucha a Hamilton.
El lunes por la mañana mejoró el tiempo, aunque poco viento. No esperamos, me calzo la silla, levanto la Alpha, cuatro pasitos, arreón (algo flojo según Martín), casi raspo el culo en la ladera pero tiro de frenos un poco y parriba!!... Y acto seguido... pabajo. Nada de viento, planeo la ladera y me voy a la zona de aterrizaje tras la gravera. Miramos a ver si hay algo térmico pero nada... Vuelo de gallina!!, aunque yo me sentí como un halcón... 
Encima de la muela esperamos a que entre algo mas de viento, mientras Martin y yo charlamos sin mas compañia que la de unos centenares de ovejas, 2 perros un burro y un pastor. La paciencia es un arte y el parapente la mejor de las practicas. Llega el mediodia y las condiciones termicas. Toca retirada. Almu y Zelanda vendrán a comer pero tarde, me entretengo dando un garbeo al Colmillo y la Muela, como soy un capullo integral me torro como un torrezno (por la noche vinagre y aloe vera). Por la tarde viene tambien David, con mas ganas que yo, le quedan solo dos vuelos para la graduacion. Me subo con mi familia a la Muela y oh fatalidad, ahora el viento es fuerte. No baja. Solo salen los biplas con ayuda y las velas de Speedfly y las de acro... bueno, y la de Goyo!!! Joder con el rey de Jadraque, es capaz de volar hasta en un tornado, se pego un vuelo de cerca de una hora!!! Que envidia por Dios. David y yo en tierra, disfrutando de las filigranas de una vela Acro que hizo mis delicias. Aun asi David lo intentó, se calzó su NK1 y lo intento por activa y pasiva... no hubo manera, viento muy fuerte y mucho riesgo de rastrojing... bueno de hecho segó una parte maja de la Muela!!.
No pudo ser, al menos estuve con Zelanda y Almudena, con lo que se me hizo mas llevadero.
No me queda mas que la de esperar, ser paciente y perseverar.
Bueno y que no quede fuera de este finde!, estoy ya esperando la llegada de mi flamante Arcus 7. La pobre estará requisada por Martin hasta nueva orden, pero que felicidad saberme ya dueño de mi propia vela!!!.